La estructura vegetativa de las fanerógamas puede dividirse en tres: raíz, tallo y hoja. Cuentan, además con orgánulos especializados como la cubierta impermeable, el tejido de sostén, la cutícula (cuyos orificios son los estomas), la corteza, las gametas femeninas y masculinas, y la flor.


Funciones del tallo de las plantas




Es el órgano de comunicación entre las raíces y las hojas. Otorga al vegetal resistencia mecánica y dispone en su interior los vasos del xilema y del floema, por los que circula la savia.



Cumple la función de sostener las hojas, las flores y los frutos y de transportar los nutrientes desde la raíz a toda la planta. También es importante como órgano almacenador (de agua, en el cactus; de aire, en la elodea; o de alimento, en la papa) o flotador en los vegetales acuáticos.



El tallo cuenta con la formación de troncos leñosos y con células que se impregnan de lignina, lo cual les da solidez y resistencia. De esta manera, cuando el tallo se ramifica para orientar hojas, flores y frutos, soporta con comodidad el peso de los mismos y la acción del clima.


Normalmente debe orientarse para que las hojas reciban la mejor exposición al sol y a los gases atmosféricos, de manera tal que se pueda realizar la fotosíntesis y la respiración.